Hay un amplio debate sobre las transformaciones sociodemográficas y territoriales en curso en las metrópolis del mundo, que incluye a las de América Latina. Hay consenso en que la forma metropolitana está cambiando hacia configuraciones más difusas y extendidas territorialmente y más fragmentadas socialmente. Pero también hay indicios de contratendencias, en particular en materia de recuperación inmobiliaria y demográfica de los centros, diversificación social de la periferia, persistencia de núcleos duros de segregación de los pobres, por una parte, y de enclaustramiento autárquico de zonas y enclaves de alto ingresos, por otra parte.